Estella Warren nació el 23/12/1978 en Canada.
Poco podía pensar esta rubia de proporciones casi perfectas que un día se codearía con las mejores supermodelos del mundo. De hecho, en su infancia y juventud vivía entregada a su pasión en esa época: la natación sincronizada. Un deporte en el que llegó a competir con las mejores del mundo como campeona de Canadá. Pero cuando aparició en un desfile de moda benéfico un cazatalentos avispado la vio y envió su foto a Nueva York, la meca de las modelos.
A partir de ese momento su carrera como modelo tomó el protagonismo en su vida y Estella tuvo que dejar de lado la natación renunciando incluso a una olimpiada. Como modelo pronto se hizo un nombre y su rostro angelical apareció en las portadas de las mejores revistas: Vogue, Marie-Claire, Elle, GQ, Sports Illustrated... Hasta llegó a ser la imagen de Chanel No.5.
Pero Estella quería más y, cansada del ajetreo del mundo de la moda, decidió pelear por su auténtico sueño; ser actriz. Así, tras unas fugaces apariciones en televisión, se estrenó en la gran pantalla con Perfume en 2001, el mismo año en que la vimos junto a Sylvester Stallone en Driven. Dos experimentos que le sirvieron para conseguir su primer gran papel; interpretar a la seductora Daena en el remake de El Planeta de los Simios de Tim Burton. La película, que cosechó un gran éxito de taquilla, situó a Estella en el mapa.
Aunque las ofertas han seguido llegando con regularidad a su mesa, de momento la actriz canadiense no ha vuelto a cosechar un éxito semejante. Así la hemos visto en películas como Tangled (una película menor), Kangaroo Jack, una comedia rodada en Australia, y en el romance The Cooler, donde interpreta un papel secundario