Hector Alterio nació el 21/09/1929 en Argentina.
Héctor Benjamín Alterio Onorato nació el 21 de septiembre de 1929 en Buenos Aires, ciudad donde estudió arte dramático y donde, ya en los tablados, fue creciendo como intérprete. Su erudita mirada lo predisponía para ser un actor dedicado a quehaceres complejos. De hecho, Alterio satisfizo las exigencias del público y la crítica, y sin mucha tardanza se situó a la vanguardia del teatro local. En esta línea, impulsó la creación del grupo Nuevo Teatro, cuya actividad se prolongó desde 1950 hasta 1968, poniendo en escena un repertorio que abarcaba lo más granado del teatro extranjero, y también piezas maestras de la dramaturgia argentina.
Tuvo gran fama internacional gracias a sus conferencias y seminarios bajo el patrocinio del Departamento de Estado estadounidense y su experiencia en el Actors Studio de Lee Strasberg. Gracias a su carisma y personalidad, pasó del teatro al cine. Ha trabajado en más de un centenar de películas aun comenzando su carrera de actor muy tarde.
Su primera obra teatral fue en 1948 "Cómo suicidarse en primavera", escrita en 1937 y dirigida por Alejandro Casona.
A los 25 años hace el primer cortometaje. Doce años más tarde, en 1967, hace su primera aparición en un film, "Cómo seducir a una mujer" de Ricardo Alventosa. Rápidamente se convertiría en una de las mayores figuras argentinas, llegando a hacer una media de tres películas por año y consiguiendo traspasar las fronteras, como en el caso de "El verano del potro", 1989, producción canadiense de André Melancon.
Después de intervenir en el cortometraje "El hombre que vio al Mesías" (1962), de Jorge Macario, en su filmografía se acumularon películas fundamentales de aquel periodo, entre ellas "Todo sol es amargo" (1965), de Alfredo Mathé; "Don Segundo Sombra" (1969), de Manuel Antín; "El santo de la espada" (1969), "La mafia", (1971) y "Los siete locos", (1972), las tres de Leopoldo Torre Nilsson; "Argentino hasta la muerte" (1970), de Fernando Ayala; "La fidelidad" (1970), de Juan José Jusid; "Quebracho" (1972), de Ricardo Wulicher; "y La tregua" (1974), de Sergio Renán, ésta última nominada a los Oscar. Este evento provoco la amenaza de la Triple A, por lo que tuvo que exiliarse a España, aunque esto no supuso ningún paso atrás en su carrera ya que debido a su talento le abrió ampliamente las puertas del teatro y el cine español.
Desde 1975, Alterio ha tenido participación en muchas producciones españolas, dejando memorables creaciones en "A un dios desconocido" (1977) de Jaime Chávarri, con lo que obtuvo el premio al mejor actor en el Festival de San Sebastián; "El crimen de cuenca" (1979) de Pilar Miró; "El nido" (1980) de Jaime de Armiñán, película nominada al Oscar y premio al mejor actor de la Asociación de Cronistas de Nueva York; o "Don Juan en los infiernos" (1991) y "El detective y la muerte" (1994); ambas películas de Gonzalo Suárez.
Allá por principios de los ochenta retorna a su país natal donde retoma su compromiso cívico en películas como "La historia oficial", 1984, de Luis Puenzo o "Los chicos de la guerra", 1984, de Bebe Kamin. A partir de entonces Héctor a intervenido en producciones tantos argentinas como españolas.
Actuó en "Camila" (1984), de María Luisa Bemberg, protagonizada por el español Imanol Arias, con quien volvió a coincidir en "Tango feroz, la leyenda de Tanguito" (1994), de Marcelo Piñeyro.
Decidido a seducir a una nueva generación de espectadores a través de películas como "Caballos salvajes" (1995), de Marcelo Piñeyro, Hector Alterio recorre los grandes capítulos del cine hablado en español.
Sus hijos, Ernesto Alterio y Malena Alterio también son actores. En 2004 entregaron a su padre el Goya de Honor.