Pupi Avati nació el 03/11/1938 en Italia.
Pupi Avati, cuyo verdadero nombre es Giuseppe Avati, es un director, productor y guionista de cine que nació el 3 de noviembre de 1938 en Bolonia, Emilia. Romaña, Italia.
Después de terminar sus estudios de Ciencias Políticas de la Universidad de Bologna, tomó sobre el trabajo en una empresa de alimentos congelados y, al mismo tiempo desarrolló una pasión por el jazz (tocaba el clarinete y el contrabajo) convirtiéndose en un músico aficionado.
El primer trabajo de Avati en la industria, fue en 1967, como asistente del director Piero Vivarelli para el film "Satanik", esta primera película es también una de las pocas que no escribió él mismo. En 1968 hizo su debut detrás de cámaras para el film "Blood Relations" y el siguiente año confirmó su pasión por las series fantásticas dirigiendo "Thomas and the Bewitched", película que quedó inconclusa durante muchos años.
Luego se mudo a Roma junto a sus esposa e hijos y en los primeros años en esta ciudad fundó A.M.A. Film y en 1986, junto a su hermano Antonio, establecieron la productora "Due A Film".
En 1996 Avati fue nominado a mejor director de artístico de Sat 2000, el canal de televisión del Episcopado Italiano.
Del 2002 al 2004, fue el Presidente de Cinecittà Holding.
A lo largo de toda su carrera Avati siempre se encuentra una gran facilidad en cualquier dirección "género" de la película: él ha tenido éxito en los horrores, piezas de época medieval, comedias romántica, incluso una película biográfica de jazz y muchos más, demostrando ser uno de los directores más versátiles de una industria cinematográfica casi demasiado ansioso por encasillar a un autor en una categoría restringida, bien definida. Avati también mostró su capacidad para dirigir películas para la televisión también.
Algunas de sus películas más exitosas fueron Impiegati (1985), la Navidad Presente (Regalo di Natale, 1986) y el último minuto (Ultimo Minuto, 1987).
Avati inyecta grandes dosis de lucha y sufrimiento en sus historias, parece más interesado en capturar el secreto de la reacción humana ante las adversidades que predicar los valores o la moral a través de su cámara.