Roman Polanski nació el 18/08/1933 en Francia.
De origen judío, sufrió en sus carnes los males de la Segunda Guerra Mundial. Siendo aún un crío se instaló en Polonia y comenzó su carrera como actor teatral. Más tarde cursó estudios en la Escuela de Cine de Lodz. Tras rodar cinco cortometrajes entre 1956 y 1962, consiguió varios premios con El gordo y el flaco (Fat and the Lean, 1965), que rodó en uno de sus viajes a Francia y le sirvió para poder realizar su primer largometraje en Polonia: El cuchillo en el agua (1962), con el que consiguió una nominación a la mejor película extranjera en los Oscar de 1963. La película ya mostraba algunas de las características de sus siguientes producciones, como su gusto por los ambientes claustrofóbicos, al colocar a tan sólo tres personajes (una pareja y un desconocido) que navegan en un pequeño barco.
Gracias al reconocimiento cosechado con este film, Polański rodó Repulsión (1965), ya producida por una compañía importante y que significó su primera gran producción en el Reino Unido, con Catherine Deneuve como estrella principal y con un argumento de thriller psicológico que le valió varios premios, incluido el oso de plata en el festival de Berlín de ese año.
En 1966 filmó Callejón sin salida (Cul-de-sac), de nuevo en Reino Unido, con Donald Pleasence como protagonista, en la que a parte del característico ambiente claustrofóbico de Polatan característico deja ver atisbos de un humor negro muy particular que acompañará algunas de sus mejores películas.
En 1967 Polański dio el gran salto a los Estados Unidos con el rodaje de El Baile de los Vampiros, primer filme que rueda en color. Esta película, a parte de ser una parodia de las películas de vampiros de la época, le permitió mostrar sus dotes interpretativas y lo consagró en el mercado norteamericano. Durante el rodaje comenzó una relación amorosa con la actriz Sharon Tate, con la que se casaría un año después.
En 1968, Polański rodó en EE.UU. una de sus películas más emblemáticas y polémicas: La semilla del diablo. La película, a parte de obtener numerosos premios (entre ellos varios Oscar) y lograr un tremendo éxito mundial, tuvo una gran repercusión social al destapar un tema tan tabú hasta la fecha como el de las sectas satánicas.
En 1969 tuvo lugar uno de los sucesos que marcaría su vida, tanto personal como cinematográfica. Su mujer, la actriz Sharon Tate, que se encontraba embarazada de ocho meses, fue una de las víctimas de la masacre que la banda de Charles Manson realizó en la casa que el director poseía en Los Ángeles. Tate celebraba una fiesta con numerosos invitados y todos fueron brutalmente torturados y masacrados por miembros de la secta de Manson. Los sucesos tuvieron lugar mientras Polanski se encontraba fuera preparando otro largometraje y los rumores apuntaban a que todo fue una represalia por el rodaje de La semilla del diablo.
Una vez fueron encontrados los asesinos y tras sufrir todo tipo de acosos y especulaciones por parte de la prensa estadounidense, Polanski abandonó regresó a Europa.
Tras un periodo de depresión regresó al cine en 1971 con Macbeth, en una personal adaptación de la obra de Shakespeare. La película fue el primer fracaso comercial de Polański, aunque en Inglaterra funcionó bien.
En 1973 viajó a Italia para rodar ¿Qué?, una comedia disparatada con Sydney Rome y Marcelo Mastroianni que recordaba por momentos a Alicia en el país de las maravillas y que contiene alguno de los momentos más divertidos de su filmografía.
1974 fue el año en que Polański volvió por la puerta grande, al rodar Chinatown, una película inspirada al cien por cien el los filmes cásicos del cine negro, con las apariciones estelares de Jack Nicholson y Faye Dunaway. La película es un bombazo mundial y consigue varios Oscar, así como numerosos otros premios.
El quimérico inquilino se estrenó en 1976, fracasó en el festival de Cannes y recibió malísimas críticas por parte de la prensa especializada.
En 1977 Polański, de nuevo en EE.UU., fue acusado de haber mantenido relaciones sexuales con una niña de trece años y se vio envuelto en un escándalo de abuso sexual y drogas, por lo que se vio obligado a abandonar el país mientras estaba en libertad bajo fianza y tras haber pasado unos meses en prisión, previendo una condena mayor. Nunca volvería a pisar suelo estadounidense.
En 1979, tras un intensísimo rodaje de más de año y medio en Francia, Polanski estrenó Tess, basada en la novela de época de Thomas Hardy, con Natassja Kinski como protagonista. Dedicó el filme a su fallecida esposa Sharon Tate. Tess es uno de los mayores éxitos de su carrera.
Reconocido como uno de los más grandes directores de la historia del cine, Polański se tomó un descanso como director de cine que dura seis años.
En 1986 regresó con Piratas, proyecto que pretendía haber rodado diez años atrás inspirandose en las películas de piratas y que, sin Jack Nicholson como protagonista, fue, como vaticinaron las productoras diez años atrás, un fracaso comercial.
Dos años más tarde volvió al género de suspense con una producción estadounidense rodada en Francia: Frenético, junto a Harrison Ford y la que sería la futura esposa de Polański, Emmanuelle Seigner. Luego rodo Lunas de hiel, de nuevo con Emmanuelle Seigner como protagonista. El filme se estrenó en 1992 y, sin llegar a ser de lo mejor de la filmografía de Polanski, supera con creces los trabajos del director en la década de los 80 y 90.
En 1994 estrenó La muerte y la doncella, con Sigourney Weaver como protagonista. La cinta recibió un éxito moderado tanto comercial como de crítica.
Tras abandonar un proyecto cinematográfico con John Travolta por desavenencias con el actor, en 1999 Polanski rodó La novena puerta, en la que adaptó de forma original la novela de Arturo Pérez Reverte El Club Dumas y otorgó el papel protagonista a Johnny Deep.
En 2002 recibió la Palma de Oro de la 55 edición del festival de Cannes, máximo galardón del certamen, por El pianista, adaptación de las memorias de un pianista judío polaco que sobrevivió a las masacres nazis gracias a la ayuda de un oficial alemán. En la 75 edición de los Oscar, El pianista recibió tres galardones, entre ellos el de mejor director para Polański, que no asistió a la ceremonia por ser prófugo de la justicia estadounidense.
Polański estrenó luego Oliver Twist (2005). Sin duda, el polaco se encuentra, desde hace ya muchos años, entre los más grandes directores de la historia del cine.