Dario Argento nació el 07/09/1940 en Italia.
Nació en Roma el 7 de septiembre de 1940, hijo de Elda Luxardo, fotógrafa de arte, y de Salvatore Argento, funcionario de Unitalia que se convirtió en productor. Trabajó como crítico cinematográfico para "Paese Sera" y empezó su carrera como guionista: en los años 1968/69 colaboró en la redacción de muchos guiones, entre los que destacan "Supongamos que una noche cenando (Metti, una sera a cena)" de Giuseppe Patroni Griffi y "Hasta que llegó su hora (C’era una volta il west)" de Sergio Leone. Debutó como director hacia finales de 1969 con "El pájaro de las plumas de cristal (L’uccello dalle piume di cristallo)", que en un primer momento iba a ser dirigida por Ferdinando Baldi. Retomando al mismo tiempo la lección de Mario Bava (se percibe la influencia de "Seis mujeres para el asesino (Sei donne per l’assassino)", 1964) y la del western a la italiana (género del que el joven cineasta llevó al extremo ciertas intuiciones), Argento firmó una película fuertemente innovadora para la época, marcada por un lenguaje nervioso y enérgico, además de una carga de violencia inusual.
Las siguientes "El gato de las nueve colas (Il gatto a nove code)" (1971) y "Cuatro moscas sobre terciopelo gris (Quattro mosche di velluto grigio)" (1972) siguen el camino marcado por la lograda ópera prima, pero con una mayor entrega a atmósferas oníricas y alucinantes: empezó así un proceso que – tras el desafortunado paréntesis de la película histórica "Le cinque giornate" (1973) – alcanzó su punto más alto con "Rojo oscuro (Profondo rosso)" (1975), una película de suspense muy tensa en la que la racionalidad deja lugar a un macabro baile de muerte, acentuado por la sugestiva banda sonora de los Goblin.
"Suspiria" (1977) marcó el paso de este autor al terror puro y duro, siendo una de sus mejores películas; sin embargo, no se puede afirmar lo mismo de "Inferno" (1980) - que muestra un evidente manierismo - y tampoco de "Phenomena" (1985), una cansada repetición de temas ya manidos. En cambio, la vuelta a lo policiaco con "Tenebre" (1982) resultó muy convincente; "Opera" (1987) lo fue mucho menos, a pesar de su fulgurante inicio. En los años 90, títulos como "Trauma" (1993), "El síndrome Stendhal (La sindrome di Stendhal)" (1996), "El fantasma de la Ópera (Il fantasma dell’Opera)" (1998) representaron, desafortunadamente, sólo etapas de la melancólica decadencia de uno de los mayores cineastas italianos. En 2001 se estrenó "Insomnio (Non ho sonno)", que marcó un nuevo giro hacia los temas y los módulos de sus primeras obras.