Biografía de Hector Olivera

Hector Olivera nació el 05/04/1931 en Argentina.

El cine ha estado presente en la vida cotidiana de Hector Olivera desde su mas tierna infancia: su madre era diseñadora de vestuario, y en ocasiones acudia con su pequeño hijo a los rodajes. Tras sufrir el divorcio de sus padres ingresa en el Liceo Militar, pero su aficion al cine es superior a su entusiasmo por los estudios de bachillerato. Es por ello que con solo dieciseis años entra a trabajar como auxiliar de direccion, y en apenas dos ya asciende a la categoria de ayudante. Como un paso adelante en este aprendizaje del oficio se incorpora a la empresa Artistas Argentinos Asociados, donde actua como auxiliar del prestigioso productor Eduardo Bedoya.

Pero es en 1956 cuando su incipiente carrera da un vuelco de considerables magnitudes: en ese año funda, junto al director Fernando Ayala, la productora Aries, que con el paso del tiempo se convertira en una de las mas importantes empresas de la industria argentina del cine. La division de funciones esta en principio clara: Ayala dirigira algunos proyectos y Olivera se encargara de los asuntos relacionados con la produccion. Surge de esta manera "El jefe", pelicula de denuncia poliítica que dirige Ayala y obtiene un resonante exito comercial. A esta primera produccion le seguiran muchas otras hasta que en 1967, y animado por las recaudaciones que estaban obteniendo dos peliculas de Aries protagonizadas por el popular Luis Sandrini, Olivera se decide a pasarse a la direccion.

Su debut se produce con "Psexoanálisis", burla disparatada sobre el psicoanálisis aplicado al sexo cuya estética "pop" y desbordante fantasía cautivé al público. Hasta el extremo de que tendría su secuela en Los neuróticos, cuya argumento gira en torno a un consultorio psicoanálitico por el que desfilan los más variopintos personajes: necrófilos, mitómanos, etc. Pero ese mismo año se aprueba una normativa de censura, y Olivera juzga aconsejable transitar en el futuro por temas menos espinosos. Empieza entonces a dirigir, a veces en colaboración con Ayala, varios musicales (Argentinísima, Argentinísima II, El canto cuenta su historia), que culminarán en 1982 con el documental "Buenos Aires Rock". Igualmente, en "El muerto" adapta un cuento de Jorge Luis Borges cuyo guión escribe Juan Carlos Onetti.

Sin embargo, las películas que le proporcionan la fama internacional son "Las venganzas de Beto Sánchez" y, sobre todo, "La Patagonia rebelde", donde se narra un levantamiento obrero en los años veinte y su posterior represión violenta. El Ministerio de Defensa se opuso a las exhibiciones de "La Patagonia rebelde", y numerosos actores que aparecían en el filme tuvieron que exiliarse, aunque eso no impidió que obtuviera un gran éxito en Europa (por ejemplo, en el Festival de Berlín, donde ganaría el Oso de Plata) ni su estreno en los Estados Unidos. Con "No habrá más penas ni olvido" reeditará años después estos laureles, y suscitará nuevamente un enorme revuelo en su país natal.

En esa línea de denuncia polémica de una realidad ingrata, la sociedad argentina acogería con especial sensibilidad "La noche de los lápices", basada en una historia real: el secuestro y tortura de un grupo de estudiantes a manos del régimen militar. La democracia era ya una realidad en Argentina, y Olivera consideró urgente abordar un tema tan espinoso como el de los desaparecidos durante la reciente dictadura.