La película Juegos sucios fue dirigida por Sidney J. Furie
Un intercambio de droga entre unos delincuentes y unos policías corruptos acaba en un baño de sangre. Uno de ellos, Georgiotos, aprovecha la confusión para asesinar a su inocente compañero e inculpa a Jack Cunningham, un ex-policía que estaba tratando de ayudar a probar la corrupción del departamento de policía. Teddy, el chico que lo acoge tras la matanza, y el propio Jack se verán envueltos en una implacable persecución a vida o muerte mientras no se descubra toda la verdad.