La película Adictos al sexo fue dirigida por John Waters
Hay lujuria en el aire de Hartford Road y a Sylvia Stickles, una mujer malhumorada y reprimida de mediana edad, no le gusta nada. Aunque el marido de Sylvia todavía tiene impulsos matrimoniales, a Sylvia no le interesa lo más mínimo: tiene trabajo que hacer. ¿No es suficiente el hecho de llevar la tienda de comestibles de la familia y preparar comidas equilibradas para su exhibicionista hija Caprice?, una gogó cuyos muchos admiradores conocen como Ursula Udders. Tras alterar el orden público saliendo desnuda en varias ocasiones, Caprice y sus enormes pechos operados han sido confinados al apartamento que hay encima del garaje de la casa de los Stickles. Todo cambiará cuando Sylvia se ve implicada en un accidente de camino al trabajo y recibe un golpe en la cabeza. El atractivo conductor de grúa Ray-Ray Perkins corre a ayudarla y Sylvia se da cuenta de que no es un conductor común: es un curandero sexual que sabe sacar la lujuria que lleva escondida en su interior. De repente Sylvia deja de ser mojigata y empieza a ver el mundo con ojos hipersexuales.