La película La dueña de la historia fue dirigida por Daniel Filho
Río de Janeiro, 1968. Carolina hace danza clásica, concurre a marchas, descubre el amor con el idealista Luiz Cláudio, sueña con un futuro perfecto. A los 18 años, piensa que la vida es como una película que se ve. En la película de su vida, Carolina no quiere ser sólo una actriz, quiere ser la protagonista de su historia. Río de Janeiro, 32 años después. Frente al espejo, Carolina hace ejercicio para mantenerse en forma. Sigue casada con su primer amor, viviendo siempre en el mismo lugar. Sus cuatro hijos crecieron y se fueron de casa a vivir sus propias historias. Luiz Cláudio decide vender el departamento, mudarse a un apart hotel y hacer realidad su sueño de juventud, conocer Cuba. Para Carolina, sin embargo, las cosas no resultan tan simples. A los 55 años, está en crisis con su matrimonio, con la casa vacía y comienza a cuestionar su trayectoria, sus opciones y sus expectativas. En su madurez, Carolina revisa su propia historia para reencontrarse con lo que fue, lo que no fue y en lo que podría haber sido, al lado o apartada del gran amor de su vida.