La película Kirikou y la hechicera fue dirigida por Michel Ocelot
Kirikú es un niño muy pequeño que sabe exactamente lo que quiere incluso antes de nacer. Es independiente, generoso y valiente, cualidades que necesitará emplear a fondo, porque Kirikoú ha nacido en un poblado africano sobre el que la terrible bruja Karabá ha extendido un maleficio: no hay flores ni agua. Tienen que entregarle tributos y no quedan hombres porque según los habitantes del poblado, se los ha comido la bruja. El valiente Kirikoú emprenderá un viaje lleno de peligros para encontrar la salvación de su gente.